Historia de una adopción gatuna...

Después de esperarlo casi 3 meses, el 6 de junio fuimos a buscar a Zaragoza a este precioso gato persa de 3 años que me regalaron Emilio y Viviana, y que me lo llevaron desde Madrid.

Nil - que originalmente se llamaba Apache Loblanch del Río - es un gato persa 3 años con pedigrí y con todos sus papeles y revisiones médicas en regla, que en febrero obtuvo además 2 premios en la Exposición mundical de Valladolid 2009 por la World Cat Federation. De haber seguido concursando, podría haber ganado un tercer título y concursar a nivel internacional.

Yo llevaba tiempo buscando un gato persa adulto en adopción. En realidad la culpa la tuvo el Nino, el gato persa de una amiga mía que me hizo enamorarme de esta raza, y que se caracteriza no sólo por su belleza, sino por su carácter extremadamente tranquilo y cariñoso, lo cual los convierte en unos excelentes animales de compañía. El único inconveniente que tienen es el rastro de pelo que dejan..... pero se lo acabas perdonando, porque todo lo demás compensa.

A esta pareja madrileña la conocí en un foro de gatos por internet - para que luego digan que internet no tiene cosas buenas!-, y se dedican semiprofesionalmente a criar gatos en casa y llevarlos a exposiciones. Cuando tienen nuevas camadas, a veces ofrecen en adopción alguno de los gatos adultos, para poder atender bien al resto. Y ese fue mi caso. Teniendo en cuenta lo bien que se cotizan estos gatos, yo no me podía creer que hubiera alguien que hiciera esto sólo pensando en el bienestar del gato y sin fines lucrativos. "Aquí hay gato encerrado", pensé yo al principio...

Pero no fue así: durante los 3 meses que duró la espera (porque Nil tenía que cumplir con sus obligaciones paternas antes de esterilizarlo...), Emilio recibió propuestas de compra de otras personas interesadas por él. Pero tenía muy clara su postura, y además, me había dado su palabra de que el gato sería para mí. Y aunque desde el principio siempre ha habido confianza mutua, yo tuve que pasar una especie de "interrogatorio" para asegurarse de que el gato iba a parar a una buena casa. Finalmente, cuando lo fui a recoger, firmamos un acuerdo donde me comprometo a una serie de cosas, entre otras, a no darlo ni venderlo, por su puesto. Ellos me han dicho además que los llame todas las veces que haga falta para cualquier duda o consulta que pueda tener.

Realmente estoy contenta, y no sólo por tener a Nil en casa, sino por lo positivo de toda la experiencia, por haber descubierto este mundillo y a unas personas con una dedicación y un amor hacia estos animales que no deja de sorprenderme.

1 comentario:

  1. Maria, esta bonita la historia y me gusta mucho las fotos que habeis puesto donde nil esta en tus brazos, vaya que estoy segura q no podria estar mejor que contigo, gracias.

    Nos ha gustado mucho el relato gatuno.
    Lo he leido tres veces jjajajjaja. Y le dije a Emilio que lo mejor que hemos hecho es dartelo a ti.
    Asi que a seguir disfrutando de la mascotita jejejjeje.

    besos y saludos !

    chaoooo

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